Si nuestro cuerpo no posee la suficiente proteína y nutrientes, este comenzará a tomarlos de las reservas (músculo, tejido adiposo) para obtener lo que necesita para las funciones del organismo y para producción de energía, generando así la pérdida de masa muscular.
Esta pérdida de masa muscular puede ir presentándose sin previo aviso, por eso es importante reconocer los signos que la generan dado que se puede prevenir y reducir su pérdida para mejorar nuestra salud muscular a medida que vamos envejeciendo.
Algunos síntomas que se pueden producir son: la debilidad, la fatiga, la pérdida de peso involuntario, el dolor en el cuerpo, calambres y la baja actividad física. Además, varios factores como la desnutrición, la inactividad, la enfermedad o las lesiones pueden acelerar la pérdida de fuerza y masa muscular, más conocida como sarcopenia.
Tener músculos sanos es clave para la recuperación de una enfermedad crítica o un trauma severo. Por eso es importante gozar de una buena salud muscular a medida que envejecemos, ya que ayuda a reducir riesgos y deja a nuestro cuerpo en una mejor posición para manejar enfermedades y lesiones.
Es importante mantener nuestros músculos saludables si queremos llevar una vida plena y activa, de nosotros depende cómo viviremos nuestros próximos años.